tag:blogger.com,1999:blog-33778403629045611642024-03-06T03:37:01.834+01:00RespirandoRespirandoLa de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-331889536683944722014-09-18T00:37:00.000+02:002014-09-18T00:37:20.623+02:00Otoño<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVMCnqaLbE_x2jAejjR5JKZRBhN3QTz0jXjUMQLhil3bqjeS7-O1wbKKRi5RM8Gh61Z-CulAjA21BhTegNLv8C-DwNptGikEEfJg3z3pjamkdXL0PuofbwZ_NzTJGgdR6KC4F5mRxTbzxH/s1600/705916e6f344d456b3d0f4af3b9b37e7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVMCnqaLbE_x2jAejjR5JKZRBhN3QTz0jXjUMQLhil3bqjeS7-O1wbKKRi5RM8Gh61Z-CulAjA21BhTegNLv8C-DwNptGikEEfJg3z3pjamkdXL0PuofbwZ_NzTJGgdR6KC4F5mRxTbzxH/s1600/705916e6f344d456b3d0f4af3b9b37e7.jpg" height="400" width="317" /></a></div>
<br />
<br />
Me tienta volver. Me tienta y me asusta a partes iguales. Tal vez, si pudiera tomármelo como un respiro y no como una responsabilidad, ni un compromiso... Pero me conozco. O tal vez ya no. A ratos no sé quien es esa mujer en la que me cuesta tanto reconocerme.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Han cambiado tantas cosas, que ya no sé qué queda de la que era yo cuando escribí aquí la última vez. Puede que eso no sea malo, pero, será porque soy Virgo y no me gustan nada los cambios, me cuesta hacerme a lo nuevo. Mucho más ahora que me siento tan vieja y tan cansada, que sólo me apetece esconderme en el recuerdo de lo conocido, e irme a dormir debajo de mi cama unos cien años.<br />
<br />
No sé si es buen momento, si resultará peor el remedio que la enfermedad. Si me arrepentiré de esto tras este post, y volveré al mutismo de estos últimos años. Ahora ya no sé nada de nada con seguridad y eso me asusta tanto o más, que la certeza estúpida que tenía antes sobre tantas cosas.<br />
<br />
Que nadie se crea que esto es renacer de las cenizas, todo lo contrario, lo más seguro es que sirva para hacer arder del todo, lo que quede de mí.<br />
<br />
El otoño, ese que siempre me pone un nudo en la garganta, está a la vuelta de la esquina, y yo estoy aquí, a la intemperie, esperando que empiece, con todo el pavor y la esperanza que soy capaz de sentir.La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-18304162356591625542012-03-28T16:29:00.000+02:002012-03-28T16:29:31.006+02:00Primaveras<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinG9LeSBJkIPHOORWyb3EdXlXXCKY-VvkfNy1WFK7zLFOa4ScYEl_kdKnB1O75sNqmEwDzelGOiNKh5pmZaD5VUgmI2VtC1Inxhm2n22SngcZQxlImmpQvowCYZPNZY8HFhLp7oGKMMQ-4/s1600/Matanza_Israel_Gaza.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinG9LeSBJkIPHOORWyb3EdXlXXCKY-VvkfNy1WFK7zLFOa4ScYEl_kdKnB1O75sNqmEwDzelGOiNKh5pmZaD5VUgmI2VtC1Inxhm2n22SngcZQxlImmpQvowCYZPNZY8HFhLp7oGKMMQ-4/s400/Matanza_Israel_Gaza.jpg" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Nos acostumbramos a todo. Al ruido, a las injusticias y a la muerte. Vemos el telediario mientras comemos, y seguimos comiendo, independientemente de que nos hablen y nos enseñen a la princesa del pueblo, a los rehenes de la guerrilla colombiana, un vídeo de violencia escolar, o campos de refugiados. Da igual. Sólo así me explico que puedan pasar cosas como las que están pasando ahora mismo en Siria, por ejemplo. </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No soy una experta, como comprenderéis, ni en Oriente, ni en Occidente. No sé, aunque lo intuyo, (seguramente porque los humanos no somos tan distintos unos de otros, aunque nos separen muchos kilómetros), qué clase de odio heredado puede llevar a la gente a matarse con esa saña. Sin descanso, sin tregua y sin perdón, por ninguna de las partes. A estas alturas ya, odio, dolor y miedo, en forma de venganza, hábilmente manipulada por los que tiran de los hilos. Y, seguramente, muchos intereses lejanos y ocultos.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No voy a tratar de explicar las claves de conflictos que se vienen sucediendo desde hace tanto, que creo que nos hemos acostumbrado, (como a tantas atrocidades), a vivir con ellos como si fueran lo más natural del mundo, o lo que es peor, como si fueran inevitables, o se los hubieran buscado por su mal comportamiento no occidental. Lo único que quiero decir es que me indigna como se ningunea la vida. Como se quita importancia a que miles de personas, no sepan cómo acabará su día, ni el de sus hijos. Su día a día. Ayer, hoy, mañana cuando se levanten.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En todos los periódicos veo fotos de niños heridos, o muertos. De adultos gritando y corriendo con ellos en brazos, ensangrentados, desmayados o llorando. Los niños de las guerras. Los que luego, si sobreviven, tendrán un motivo para seguir matando. Y muriendo. Perpetuar el horror que vivieron, creyendo que así pagarán los culpables. Convencidos, todavía, de que las guerras tienen un ganador.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero no pagamos. Culpables somos todos los que, sabiéndolo, consentimos que estas cosas sucedan. Los que, en esta era de la información y la comunicación, no las utilizamos para cambiar las cosas sino para perpetuarlas, pero sí para sabernos, como si fuera la nuestra, la vida privada de los "famosos". Culpables somos los que, como yo ahora, escriben indignados un momento, y al siguiente olvidamos, porque no "podemos" hacer nada, y no sirve de mucho amargarse la vida. Seguramente porque tenemos una vida que poder amargarnos.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A veces, en mis peores pesadillas, me imagino en situaciones así. Cómo se debe sentir una madre con su bebé muerto entre los brazos, en una guerra que, todavía, ni siquiera era la suya. Morir por haber nacido en un sitio o en otro. Sin tiempo para decidir si serás violento o pacífico, tolerante o fanático.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Padres e hijos sin tiempo para jugar, sin tiempo para reír, sin tiempo para enfadarte por las malas notas o porque quiera escabullirse de la ducha. Sin tiempo para enseñarle el nombre de las estrellas en las noches de verano, o cómo se colocan las piezas del puzzle, en las largas tardes del invierno. Sin tiempo material.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">He leído esta mañana que se cumple un año de la llegada de <st1:personname productid="la Primavera" w:st="on">la Primavera</st1:personname> Árabe a Damasco. Según <st1:personname productid="la ONU" w:st="on">la ONU</st1:personname>, hay más de 7.000 muertos y miles de desaparecidos. Asad sigue aplastando cualquier intento de rebelión. No debe gustarle la primavera. </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y mientras, la oposición intenta su reconocimiento internacional, pero sin poder ponerse de acuerdo en lo mínimo exigible, para ser reconocida como interlocutor por los demás países que estamos asistiendo, impávidos, o casi, a tanta muerte y tanto sufrimiento. </div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Esta u otra excusa, no se ponen de acuerdo, allá ellos, nos permitirá dentro de un rato, dejar de pensar en eso y dedicarnos a preocuparnos por si lloverá o hará sol, mañana. Y olvidaremos, otra vez, que hay niños que mueren. De hambre, de guerras, de injusticias. Que no habrán de preocuparse del tiempo que hará en Semana Santa, porque lo más seguro es que no tengan un mañana. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-69318076333250700052012-02-05T01:49:00.000+01:002012-02-05T01:49:10.949+01:00¿Quién será ésta?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuImRERbMcq_I1IOhsf4jMvRf36PimPJmbcTBwobsQ_RQyxdZeCLxSzgQpH7OvsiVWZIVJnC0-pd0hlJqj2zHVFUfdOr2xvg_mabrifiK83a7JeFciahx8CJrYoKEr1HfqPvw71tbmIA2M/s1600/8c744ac1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuImRERbMcq_I1IOhsf4jMvRf36PimPJmbcTBwobsQ_RQyxdZeCLxSzgQpH7OvsiVWZIVJnC0-pd0hlJqj2zHVFUfdOr2xvg_mabrifiK83a7JeFciahx8CJrYoKEr1HfqPvw71tbmIA2M/s640/8c744ac1.jpg" width="508" /></a></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b><br />
</b></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b><br />
</b></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Que digo yo que si alguien sabe cuando se termina este sube y baja hormonal que me tiene frita desde hace casi cinco años. Que si alguien sabe, que me cuente, que estoy empezando a creerme, que soy de verdad esta especie de cosa rara que, lo mismo se pone a llorar a moco tendido con un anuncio de tegustaconducir (¿??? que encima no me gusta), que a reír hasta las lágrimas, en mitad de una frase trascendente de alguien que no entiende qué bicho me ha picado de repente. Normal. Yo tampoco lo entiendo, palabra.</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Cuando ya me creo que tengo controlada la situación, que me voy adaptando a los cambios múltiples y variados con los que mi medio exterior me está ayudando tanto, me levanto un día por lo pies de la cama, y lo mismo me puede dar por hacerme relaciones públicas de mi barrio, sonrisa en ristre y corazón abierto y generoso, convencida de que he eliminado a la bestia, que por ser anacoreta y no levantar la mirada del suelo más profundísimo, para no tener que cruzarla con ningún ser viviente que me la pueda devolver, con la conciencia absoluta de que voy a perder esta guerra de guerrillas. </b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Y no es que yo quiera nada del otro mundo. No es que no tenga ya asumido que soy rara y difícil en el trato conmigo misma y con algunos de mi confianza, no. No es que quiera que me guste envejecer, deteriorarme, ni cosas de esas, no. Lo que quiero es algo de equilibrio. Con saber que mañana se va a levantar de la cama la misma que se acueste hoy, me conformo. </b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Prometo no aburrirme con algo de rutina personal. Dos semanas seguidas siendo la misma, y pensando lo mismo de las mismas cosas. No es demasiado pedir, creo yo. Que nadie se puede imaginar el sobresalto que supone encontrarse con una loca desconocida, que, encima, siempre me contradice, en el espejo cada mañana. Tanto es así, que me acuesto, atea y todo, rogando a todos los santos que por la mañana no me haya diluido completamente en vaya usted a saber quién. Y que no se me siga cayendo la cara (lo demás ya lo he dejado por imposible) por los lados. Eso a San Judas, que es el abogado de los imposibles. Total, puestos a pedir…</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Si me lo hubieran dicho hace cuatro o cinco años, hubiera tachado de sádico a quien fuera, pero, lo juro, ¡¡echo de menos mis estrógenos!! Y todo esto sin Terapia Hormonal Sustitutiva, que si me llegan a sustituir…</b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Y ahora me voy a cocinar, que la extraña que llevo dentro se relaja entre pucheros. ¡¡Yo cocinando para que se relaje otra!! Vivir para ver. Socorro.</b></span></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-10725469633973871962011-12-26T11:07:00.000+01:002011-12-26T11:07:49.722+01:00Navidad (Grrrrrr...)<div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXVvpX6j_aAEY4rj6kvLzTesbvqOk5I2pBVucAyH6Vzud4C0sitj2Sl59HI7RCu5i121VEqBFJLnHicLZWuN_qE8JwZI_h_syW6eoyK1gYDOJujuQD2aDC-E8BN9J_0td2ILLMIqxDLee1/s1600/Grinch.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXVvpX6j_aAEY4rj6kvLzTesbvqOk5I2pBVucAyH6Vzud4C0sitj2Sl59HI7RCu5i121VEqBFJLnHicLZWuN_qE8JwZI_h_syW6eoyK1gYDOJujuQD2aDC-E8BN9J_0td2ILLMIqxDLee1/s320/Grinch.jpg" width="261" /></a></div><div class="MsoBodyText"><b><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Atravieso el Parque deprisa, como siempre (hay quien dice que yo no ando, hago la instrucción...), con las manos hundidas en los bolsillos y el cuello del abrigo hasta las orejas. <br />
<br />
Hago un esfuerzo por no ver las luces brillantes de Navidad colgadas por todas partes. Inútil, Málaga es una antorcha. <br />
<br />
A todo lo largo de la acera derecha del Paseo, puestos de regalos y figuritas. Bullir de gente comprando, mirando, paseando. Bufandas y niños por todas partes. Olor a algodón de azúcar y a castañas asadas. Pena en el alma. <br />
<br />
Como voy de autista, deseo para mí misma no encontrarme con nadie conocido. No estoy para sonrisas, ni para buenos deseos. Además, hace un frío que pela para pararse. <br />
<br />
Este año no quiero Navidad. La marabunta de cajas que es mi casa, me ha dado la excusa perfecta para no tener que adornar nada. Por primera vez en mi vida. -Alguna ventaja tenía que tener esta mudanza de locos-, pienso. Desearía estar lejos y sola. Y dormir hasta el 7 de Enero de algún año de estos. <br />
<br />
Se me va la cabeza al recuerdo de dos de las personas que más he querido en mi vida, y que no estarán conmigo este año negro. Unas mueren, otras las matamos para que puedan seguir viviendo tranquilas. Paradojas de la vida. Mierda. <br />
<br />
Oigo mi nombre y alguien me tira de la manga. Maldición. Me trago la lágrima que llevaba camino de salirse y abrazo, sonrío y deseo felices fiestas, porque mi madre se gastó una fortuna en educarme, y desde donde quiera que me esté viendo, se estará mondando de risa y diciendo: "qué rarita eres, hija mía..." Debo ser rara, sí. <br />
<br />
Cruzo el semáforo de <st1:personname productid="la Diputacin" w:st="on">la Diputación</st1:personname> mirando <st1:personname productid="la Manquita" w:st="on">la Manquita</st1:personname> de reojo, para no empezar otra vez con las nostalgias. Mi hija me espera sonriendo. Está tan guapa que me emociona. Mis hijos son lo mejor que he hecho en mi vida. Casi no me creo que sean míos... <br />
<br />
Me abraza en mitad de la calle y me dice: "¿Has visto qué bonito está todo?, ¿dónde vamos?, no me dirás que tienes frío, hace una noche estupenda..." <br />
<br />
He dejado de sentirme los pies hace rato, y la punta de la nariz, y lloro por el ojo izquierdo que tiene vida propia, pero sonrío, socarrona y asiento: "Sí... talmente Agosto..." <br />
</span></b></div><div class="MsoBodyText"><b><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></b></div><div class="MsoBodyText"><b><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Me coge del brazo y echamos a andar. Y cuando apoya su cabeza en mi hombro (agachándose, claro) y dice "Mami...", bajito, sé que adornaré las cajas, que compraré regalos, y que, probablemente acabe tocando la botella de anís con la cuchara en casa de Sofi, para que se monde Clara. Y ella, y todos. Y sé que la vida sigue y es Navidad, y que no puedo pararme ni dejar de tirar del carro. </span></b></div><div class="MsoBodyText"> <b><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
Aunque el ojo derecho también me llore, y el corazón esté con los que no están. Porque están en mí. <br />
<br />
Feliz Navidad a tod@s </span></b><br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-65417392443576073692011-11-05T03:38:00.000+01:002011-11-05T03:38:16.779+01:00Para el día lluvioso que nos espera...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/bmzWzfd2WN0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-50588677152907865492011-11-05T00:56:00.000+01:002011-11-05T03:44:57.064+01:00Más de lo mismo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfgBIbl1JFEr4CpKZhedmR8mAnMjF9cEQH9Po_D9GQZ3JT-R-dBzfRM3vBZFr2Rbu1m-6w4REwkmSmA01lEeTp-ZKPXsa87MM_ob5LC_WBgwFlWXGohjD6oAGeNAMDl9jxPwJmd_ok2Des/s1600/20060327001719-psicologia-y-forges.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfgBIbl1JFEr4CpKZhedmR8mAnMjF9cEQH9Po_D9GQZ3JT-R-dBzfRM3vBZFr2Rbu1m-6w4REwkmSmA01lEeTp-ZKPXsa87MM_ob5LC_WBgwFlWXGohjD6oAGeNAMDl9jxPwJmd_ok2Des/s400/20060327001719-psicologia-y-forges.jpg" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS'; font-size: 10pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS'; font-size: 10pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Leo algo de Jorge Bucay sobre las relaciones de pareja. He de reconocer, que antes de leerlo tenía algún prejuicio ya sobre el autor. Seguramente porque cuando algo se pone de moda, automáticamente me produce una sensación de prevención, y este hombre anda, últimamente, en boca de todo el mundo. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>El libro llega a mis manos, de otras a las que no puedo, ni quiero, rechazar. Es un regalo especial, de alguien especial en un momento especial. Lo leo, tratando de dejar mi prejuicio sobre la mesilla de noche. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Mucho antes de la mitad, ya no sé si estamos hablando de resolver problemas de pareja, o de misticismo hindú (un poner...). Odio la grandilocuencia. Cuando la gente empieza a irse por las ramas de las frases hechas (necias), y hermosas pero vacías, a la hora de resolver un conflicto. Me pongo de mal humor. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>¿Qué se supone que tengo que entender, cuando teniendo problemas con mi pareja (porque se deja el tubo de pasta de dientes abierto sistemáticamente, o dedica todas sus horas libres al baloncesto, o no recuerda el aniversario de mi tía Juanita, o no nos entendemos en la cama, o tiene una amante...), alguien me dice que tenemos que "crecer" juntos? ¿¿Crecer?? ¿¿A lo largo, a lo ancho?? ¿¿Crecer el pelo, las uñas, las piernas, la paciencia??<o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Una de las cosas que más me gustan de mi profesión es resolver conflictos. Dar con un nudo y deshacerlo. O, mejor dicho, apuntar cómo podría hacerse si el dueño del nudo está de acuerdo. Pero siempre partiendo de la base de que los dueños de los nudos no son masocas y si tienen el nudo, es porque no saben cómo deshacerse de él. Así es que de poco serviría que yo dijera con una voz acariciante y aterciopelada -"Deshazlo, deshazlo..."- A lo peor me equivoco, claro. Y lo único que necesitaba el interfecto era una orden sin instrucciones. Pero me da que no. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Todos queremos crecer (a lo largo si puede ser), menos Romay seguramente, y no creo que nos sirva de mucho repetir la palabrita veinticinco veces al día, cuando realmente sabes que estás por debajo de la talla mínima... Algo más concreto, aunque también, seguramente, mucho menos poético, como una dieta detallada, poner en remojo los pies por la noche, o las instrucciones precisas para estirarse en el potro, incluso, a mí me parecerían de más utilidad en esos casos. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>A lo peor es que no he "crecido" yo bastante. Prosaica soy, por dios... <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Hay una nueva hornada de terapeutas (casi todos derivados del psicoanálisis y desembocados en cosas mucho más extrañas todavía, y exceptuando siempre a los buenos profesionales, que los hay en todas las escuelas), que nos quieren hacer crecer a toda costa sin darnos el método. Eso está bien porque si no funciona, siempre puedes decir que el paciente no lo estaba haciendo bien, y así uno no sería el responsable del desaguisado. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Leer hermosas palabras sin más, funciona en un porcentaje mínimo de casos, y siempre que no sean realmente problemáticos, o estemos hablando de personas de mente absolutamente privilegiada. Al común de los mortales con problemas y con cabezas normales, todo eso no les sirve para nada, y encima, acaban teniendo un concepto de los terapeutas que tiene mucho que ver con profesionales de la tomadura de pelo por palabras. Y pagamos justos por pecadores. Para variar.<o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Por supuesto que hay de todo, como en botica, pero últimamente no dejo de ver por todas partes, charlatanes con barba y chaqueta de cuadros que fuman en pipa, y poco más. Todo con mucha elegancia y mucho karma y escribiendo muchos libros que luego firman en El Corte Inglés. U similar. <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>A lo peor me estoy poniendo plomo con el tema, pero es que, cada vez aguanto menos a los advenedizos que van de iluminados.<o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Comic Sans MS';"><b>Rebelada me tienen... <o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-5192360835492166682011-09-18T13:36:00.000+02:002011-09-18T13:36:42.763+02:00La moto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5QPs8TNP6T79CTCcmJ3nk42FtETQwen6ycpW8xtTJhaL137H20KdIcnTeLp_pS5Kg953ZvxrQB7V1FZESYoKCdK9DGtkLQ410XY-GHwc9UXgXQG3rGS-Y3uitHsy2QKNXam_vWDP-8fBZ/s1600/ma28.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="120" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5QPs8TNP6T79CTCcmJ3nk42FtETQwen6ycpW8xtTJhaL137H20KdIcnTeLp_pS5Kg953ZvxrQB7V1FZESYoKCdK9DGtkLQ410XY-GHwc9UXgXQG3rGS-Y3uitHsy2QKNXam_vWDP-8fBZ/s400/ma28.gif" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Qué ganitas tengo ya de que se acabe la campaña, que se supone que no ha empezado todavía. Porque por más que me lo propongo, por más que cuento hasta 98.675.645.342.475 al final, me termino cabreando siempre. </strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Vamos a ver, señores del poder y aspirantes: Que, pese a sus esfuerzos por convertirnos a nosotros y a las generaciones futuras en idiotas, todavía podemos pensar solos y sacar conclusiones. Que, se les olvida siempre, el poder es nuestro y no suyo (ni de la tele, vamos), y que deberían agradecernos nuestra paciencia y no tirar más de la cuerda, que estamos ya morados, con tanta tensión, real o convenida.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Que digo yo que si se puede reducir el paro siempre en épocas electorales, (recuerdo la promesa anterior de Zapatero de reducirlo al 7%. No sé si reírme o echarme a llorar), sería bueno explicar por qué no se ha hecho hasta ese momento. Y lo mismo con la subida de las pensiones, o con la creación de empleo estable. Y qué decir de la reforma de la enseñanza, que todo el mundo político coincide en que hay que acometer, pero que cada cual, cuando le toca, la acomete con nocturnidad y alevosía, dejándola para el arrastre de una a otra legislatura. Y así andamos, con un nivel por debajo de la media europea en comprensión de lectura de nuestros estudiantes (y aquí, en Andalucía, la media es inferior, todavía, a la media del resto del país), que digo yo que será por eso que nos van a televisar “El Debate”, porque no entendemos bien lo que se publica escrito. </strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Y los aspirantes, llegan amenazando con quitar derechos civiles y sociales a colectivos que, aunque les parezca mentira, están compuestos por personas también.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con la orientación sexual que les dé la gana, oiga, que para eso es suya. Miedo me dan cuando se erigen algunos en sabedores de lo que es “natural” y lo que no lo es. ¿Y si un día, lo natural es la familia de cuatro miembros (dos de ellos, los mayores, por supuesto de distinto sexo) y un perro? Con lo que ensucian los perros el sofá, que lo tengo blanco. Y a ver dónde voy yo, a estas alturas, a por el miembro que me falta.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Hasta estas familias “naturales” se indignan cuando no llegan las ayudas de la famosa Ley de Dependencia, o cuando no pueden pagar la hipoteca, inflada como un globo, por la falsa boyante economía de la legislatura anterior y la presente. O cuando esperan y esperan y esperan y esperan, para acceder a un especialista que les dedica tres minutos para mandarles una prueba que hay que volver a esperar y a esperar y a esperar, antes de esperar de nuevo para que nos la interprete y nos mande algo que nos alivie por lo menos. Eso si no te mueres antes, que casos se han dado para la historia. En esta y en la otra legislatura. Y los que se darán. Podría seguir, pero seguro que seguís solos.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Vale que la democracia es el mejor de los malos sistemas de gobierno, hasta ahí estamos, y yo, el día que toque iré a votar, seguramente en blanco. Porque es mi derecho y mi deber, si luego quiero escribir cosas como estas. Pero de eso a comprarles la moto…</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><strong><br />
</strong></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-10705795918708660432011-09-11T14:56:00.000+02:002011-09-11T14:56:04.653+02:00Septiembre, again.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqcprVEEDm-0jEXm5xuScgaee6FkH1Q08bEggxsRgTn0mQBp6M-Pyj-WxrpPc0UrRJD0f1jZIJYEYjw3hnnWjbdfnR7XtbCo9FI-IfJ2KBZAF4qRYDuZx2t-UzSzavhtS5LbaHEQ2OJ7OH/s1600/1163189-md.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong><img border="0" height="361" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqcprVEEDm-0jEXm5xuScgaee6FkH1Q08bEggxsRgTn0mQBp6M-Pyj-WxrpPc0UrRJD0f1jZIJYEYjw3hnnWjbdfnR7XtbCo9FI-IfJ2KBZAF4qRYDuZx2t-UzSzavhtS5LbaHEQ2OJ7OH/s400/1163189-md.jpg" width="400" /></strong></span></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><span style="color: black;"><strong><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Septiembre ha llegado con su particular olor a reinicio, a rentrée, que dicen muy bien los franceses, poniéndome ya los pelos de dentro del alma de punta, y preludiando un montón de cosas que no me gustan y a las que no me acostumbro, por más que lo intento, de un año para otro.</span></strong></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Seguramente será porque se acercan mi cumpleaños, las tardes cortas, el cambio de hora, las comidas con cuchara, la ropa que pica, las tiritonas, los pies que no me siento y el invierno interminable. Seguramente será que daría media vida con tal de que no llegaran ninguna de todas esas cosas. Seguramente será que hay que ordenarse, abrigarse y acostarse temprano. Y yo odio todo eso. Y lo temo.</strong></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-bidi-font-family: Arial;"></span><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><span style="color: black;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Es el fin de la sensación de anarquismo que me produce el verano, en el que me creo, no sé si será porque llevo menos ropa, más libre y menos comprometida con todo. Con lo poco que me gustan a mí los compromisos y la ropa de lana. </strong></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Septiembre me pone triste, y eso a pesar de que soy perfectamente consciente de su magnífica luz tamizada, sus colores amarillos, sus hermosísimas tormentas que traen de la calle el olor familiar de la tierra mojada, o su brisa, mucho más fresquita, que alivia mis sofocos menopáusicos. Septiembre es un mes precioso que me produce una sensación interna terrible. E</span></span><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">s el fin de algo y el comienzo de otras cosas. Y desde los cinco años, más o menos, me da unas ganas enormes de llorar.</span> </span></strong></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><span style="color: black;"><strong><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Y esa extraña tristeza de cada año por estas fechas, para colmo, me recuerda que cada Septiembre tengo un año más y uno menos. Que esto va que vuela y que no espera a nadie, que el tiempo está mal repartido y que yo, personalmente, he perdido muchos trenes y que cada día me quedan menos por perder. Aunque no estoy segura de que eso sea un consuelo.</span></strong></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="color: black;"><strong><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">De niña me asustaba el colegio, demasiado organizado y gregario para el carácter rebelado, poco social, que no poco sociable, anárquico y contradictorio que todavía conservo, aunque suavizado por las cosas vividas y el tiempo. De mayor, me asustan los días cortos, las noches interminables, y el frío que no puedo abrigar. Y la rutina. <br />
<br />
Quiero que llegue Mayo. Ya.</span></strong></span></span></div><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong></strong></span>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-9817144870868722702011-08-07T15:40:00.000+02:002015-12-09T15:07:07.644+01:00Volver<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJLRhyZUT6ydAOcQjhhOAye3dpLUgvLuZPCYvag8c4RZZukKP4osuuTPFEY2fd_HS6bwe6_jiEewqVzGAC4hhQuma5yi3n-7M7QueuR1Et2ey5GaZzmBnKtldyK_ZtbdBTSfnqq4J1W16F/s1600/untitled.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJLRhyZUT6ydAOcQjhhOAye3dpLUgvLuZPCYvag8c4RZZukKP4osuuTPFEY2fd_HS6bwe6_jiEewqVzGAC4hhQuma5yi3n-7M7QueuR1Et2ey5GaZzmBnKtldyK_ZtbdBTSfnqq4J1W16F/s400/untitled.bmp" t="" true="" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "comic sans ms"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial;">Lo veo a lo lejos. Sin problemas hasta para mí que soy miope. El paisaje es tan llano, que sería imposible no verlo. No se me encoge el estómago. No sé si porque ya lo llevo encogido del viaje con conductora primeriza, o porque el influjo maléfico que ha ejercido siempre en mí, ese trozo de <personname productid="La Mancha" w:st="on">La Mancha</personname>, ha perdido todo su efecto. En cualquier caso me alegro. ¿¿Mira que si fuera que ya soy mayor?? <br />
<br />
Paramos el coche y esperamos a que vengan a buscarnos. La gente que pasa no deja de mirarnos, y tengo la impresión de que, de un momento a otro, alguien nos dirá: -"¿Vosotras de quien sois, chicas?!"- <br />
<br />
El pueblo no ha cambiado nada en estos nueve años. Casi me da un escalofrío al pensar que alguna vez me planteé vivir aquí. Trato de recordar algo agradable para darme ánimos. En el pasado no encuentro nada, pero si pienso en mañana, mi parte más perversa se sonríe por dentro. O eso quiero creer. <br />
<br />
Nuestro guía llega y me mira a distancia prudencial. Calibra y masculla con sorna: -"Cuarenta y cinco en canal... cada día estás más lustrosa..."- Yo, sin ningún miramiento, le arreo un puntapié en la espinilla, ( lo bueno de estar en el pueblo, si además no es el tuyo, más, es que puedes dejar de ser civilizada sin que nadie se sorprenda). Cuando se acerca por fin a darnos un beso, oigo que me dice bajito: -"Valiente..."- Me río por no llorar y pienso quien me mandará a mí, venir a enterrar fantasmas, (yo, que no creo en los espíritus) a pueblos perdidos de <personname productid="La Mancha. Pero" w:st="on">La Mancha. Pero</personname> me envalentono, y digo socarrona: -"¿Tenías alguna duda?"- Y sé que no la tiene, porque todas las tengo yo... <br />
<br />
A las doce del día siguiente llamo al timbre tres veces, como siempre. Me abren desde arriba sin preguntar y sin asomarse. Llamada familiar, claro. Subimos las dos la escalera como las que van a morir, y ni siquiera pueden saludar. <br />
<br />
Cuando nos ve, mi exsuegra no sabe si alegrarse o morirse del susto. No puedo menos que comprenderla, siento lo mismo. La pregunta que se ha instalado a vivir en mi cerebro desde ayer, vuelve a hacerse presente: "¿Qué coño hago yo aquí?", me digo mientras me dejo besar y abrazar por la mujer que ya no puede hacerme nada. Me reconforta pensar que estará haciendo cábalas por mi presencia, y que nada de lo que piensa que voy a hacer, voy a hacerlo. Pero ella no lo sabe. Casi puedo leer su pensamiento y casi me da pena. Y rabia, porque ojalá fuera yo como ella cree que soy. Pero sólo soy como soy. Asustar a un fantasma. Algo es algo. <br />
<br />
Me resulta raro sentarme de nuevo en la cocina en el mismo sitio en el que me senté durante 20 años. Tiene los ojos llenos de lágrimas, y aunque sé que por lo menos la mitad, son de cocodrilo, me emociona la otra mitad y sé que, para variar, no miente cuando dice que me echa de menos. Algo tarde, pero me echa de menos. Miro a mi hija, que seguro está pensando lo mismo que yo, y la veo más hermosa que nunca, y más valiente, y con el corazón más grande que conozco, consolando a su abuela, quitando hierro a estos años de ausencia, y de mentiras que las dos sabemos que no acabarán aquí. </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "comic sans ms"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial;"></span><span style="color: black; font-family: "comic sans ms"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial;">A la hora de irnos, alguien me pide perdón. Y soy tan imbécil, que en vez de disfrutarlo a cámara lenta y con el Aleluya de Haendel de fondo, que es lo que el momento merece, me da tanta pena, que susurro enseguida: -"Anda, tonta, no pasa nada"- y doy un abrazo de verdad a mi excuñada, mientras lloramos las dos a moco tendido. Para matarme. Tonta del todo, porque sé que me arrepentiré de no haber traído un notario que diera fe de todo esto, o por lo menos, disfrutar poniéndoselo todo un poco más difícil. Porque recaerán. Seguro. Y yo volveré a dolerme. Y los habré perdonado en vez de matarlos, o fustigarlos con el látigo de mi indiferencia (o en su defecto, con uno de siete colas). <br />
<br />
Ya en la calle, mi hija y yo cogidas de la mano, sonreímos sin volver la cabeza, con plena conciencia de que hemos ganado una batalla en una guerra perdida que nunca quisimos librar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "comic sans ms"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial;"><br />
Pero hay momentos, que merecen un viaje a demasiados kilómetros de distancia, aunque sea muchos años después. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
</div>
La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-13979330530389338982011-07-22T15:49:00.000+02:002011-07-22T16:48:43.760+02:00Orgullo de madre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Su primer concierto. Muchos nervios y muchas emociones. Los vídeos son de una pésima calidad, pero su voz no. Tiene toda una vida por delante. Además se merece todo lo bueno que le pase porque no es una persona usual.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Y de paso, que me retire y me ponga un piso ;P Así me resarcirá de lo de las fresas...</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwi_8zVnz2ryab5yATeIKgvGNVP6dlhyOSUN6AMKTnS4R2YNbj7lZa27dZqtGgwgBcaK0b0wDNXM3UoVlEGmw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyvfzm3o1SzRvu2MWjB2bD8eytCE2TVYz4-c9-7BL4tUVq4FFvb0pwMwEUtRQJrWXuKshVrCFbhfrNtP_x9VQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-16832716584437022172011-07-17T13:28:00.000+02:002011-07-17T22:57:04.275+02:00Yo también tengo una vida<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho6wLKh_7lFgbnNzyaBburq52QRicjH4bheww-XBkhBjPRd3PT4wUCAI0-hYn-wCshyphenhyphenKs9iWT6pXXWnv76pesYwSA6s-OAw1JXUC5QHmvYjKf3vYDCKsVEH4dkJbhzw6fykSXeF1rjkpws/s1600/Laultimafotodemigato.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="230" m$="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho6wLKh_7lFgbnNzyaBburq52QRicjH4bheww-XBkhBjPRd3PT4wUCAI0-hYn-wCshyphenhyphenKs9iWT6pXXWnv76pesYwSA6s-OAw1JXUC5QHmvYjKf3vYDCKsVEH4dkJbhzw6fykSXeF1rjkpws/s400/Laultimafotodemigato.JPG" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Empieza la mañana con un par de anulaciones de citas. Nada grave si no fuera porque son ya más de 15 este mes, y mis hijos no son nada ortodoxos con lo del ayuno en ninguna época del año. Ni en cuaresma siquiera. - ¡Bah, son rachas!- me digo para alejar el pensamiento supersticioso de que me haya mirado un gato negro tuerto. Pero aún estoy lejos de saber lo que me espera antes de que acabe el día.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Por primera vez en dos años, tiempo que hace que mi hija tiene un coche que yo pago, he quedado en que venga a buscarme al despacho a las tres, para no acarrear en el autobús una caja de <metricconverter productid="3 Kg" w:st="on">3 Kg</metricconverter>. de fresas, que se comerán ella y su hermano (a mí me dan dolor de estómago, encima…), y que alguien bienintencionado y primaveral, ha decidido regalarme.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Las dos citas que me quedan esta mañana se me complican un poco y sé que me estoy retrasando. Lo sé sin mirar el reloj. Me avisa ese instinto atávico de supervivencia. No quiero cabrear a mi taxista que ya salía cabreada de casa a las ocho.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">En mitad de la última sesión, más o menos, me llama: -Mamá, ¿voy a por ti?-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se me erizan los pelos de la nuca sin querer. Huelo peligro. Trato de darle un tono normal a mi respuesta: -Sí, cariño, ¿en eso quedamos, no?- Mi paciente me mira desde el otro lado de la mesa con cara de quésuertetieneestaniñadetenerunamadretanamable. Desde el móvil me llega un bufido: -Vale. Voy para allá.-</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">De Teatinos a aquí, media hora larga, calculo antes de volver a concentrarme en lo mío. A los tres minutos escasos vuelve a sonar el teléfono. Contesto amable, pero a punto del llanto: -Dime, cariño-,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-Que voy para allá- .Se me encoge el estómago con la amenaza, y por un segundo no sé si habré soñado la conversación anterior. Digo, vale, tratando de parecer alegre. Como sepa que me asusta será peor, me digo, tratando de retomar de nuevo el hilo de la sesión.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">No podría jurarlo, pero habrían pasado seis o siete minutos, cuando suena un toque. ¡¡Oh, dios mío!! Un toque. Yo no entiendo los toques. Por dios. Tengo muchos años. Compasión. ¿Qué demonios significa un toque? ¿Que viene? ¿Que no viene? ¿Qué se acuerda de mí por el camino? ¿Qué se está acordando de mis muertos?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">De perdidos al río, me digo. Y la llamo. Mi paciente (nunca mejor dicho), hace algún comentario amable acerca de los hijos. Me veo pagándole yo la consulta a ella. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">-¿Qué querías, cariño?-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>digo, con un hilo de voz. -¿Qué voy a querer? que voy hacia allá- me espeta ofendida seguramente por tener una madre completamente tonta y anacrónica. -¿Qué va a pasar?, que estoy llegando- </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">No sé si las miradas matan, pero las voces acojonan. Palabra. Cuelgo con el corazón en un puño, tratando de no pensar en la bronca que me espera. Contrarresto pensando en que no tendré que cargar la caja de 3 Kgrs. y que mi alergia de presión (soy rara hasta para las alergias) me lo agradecerá.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">A los 20 minutos de la última llamada, vuelve a sonar el teléfono. Gracias al cielo estoy a punto de terminar con la sesión. – Dime, cariño- contestó por undécima vez en una hora.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-¿Qué te queda?, llevo una hora abajo, esperándote- Me dice una voz que se empieza a parecer peligrosamente a la de la niña del exorcista. Disimulo, pero estoy a punto de dejar a mi paciente en el despacho, y salir corriendo a por agua bendita, o una cruz de Caravaca. O algo así…</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Cuando bajo y entro en el coche con mi mejor sonrisa, la caja de fresas y el salario mínimo para poder ir de compras con ella a Mango esta misma tarde, mi niña, esa niña que yo acurrucaba en brazos hace nada, y que sólo se dormía teniendo cerca el olor a “mamá”, gira la cabeza 90 grados y me escupe: ¿¿Se puede saber porqué has tardado tanto?? Yo también tengo una vida, ¿¿sabes??</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Por un segundo, y pensando qué se debe sentir cuando una tenga una vida, tengo la tentación de bajar del coche y largarme a las Bahamas, no sin antes haber rociado la calle con tres kilos de fresas y hacerle a mi descendencia un corte de mangas u similar. Pero decido castigarla con el látigo de mi indiferencia y me callo.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Hasta casa, voy imaginando lo hermoso que sería en mi próxima reencarnación, ser una lagartija, o una rata, o un murciélago, da igual. ¡Pero con una vida, oiga!</span></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-2670133383011727562011-07-10T10:24:00.000+02:002011-07-10T10:24:34.298+02:00Domingos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihpcexyR14MjGDmsL6uvcGUnV0Ai1c_bGJCo6UNKnuZ6BU6oqngAO-9OpFOfiUnEktNLdn4HWCMzlJyehqePPWYL9OXd3HUpJAHpNfnDNBpUc-WYt3i-RFiN00D9EP0U2rGYIe6d0BYmnZ/s1600/carretera-750.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" m$="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihpcexyR14MjGDmsL6uvcGUnV0Ai1c_bGJCo6UNKnuZ6BU6oqngAO-9OpFOfiUnEktNLdn4HWCMzlJyehqePPWYL9OXd3HUpJAHpNfnDNBpUc-WYt3i-RFiN00D9EP0U2rGYIe6d0BYmnZ/s400/carretera-750.jpg" width="287" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">No estoy segura de cuantos años podría tener el primer domingo que me pareció triste, pero no podían ser más de seis, porque lo recuerdo en brazos de mi abuela, llorando desconsoladamente sin poder explicarle el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porqué.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Lo único que sé seguro es que, desde entonces, no soy capaz de recordar un sólo domingo de mi vida en que no haya tenido esta sensación, mitad susto, mitad pena, que me hace odiarlos, y que se acentúa progresivamente con el paso de las horas, hasta hacerme este nudo en el estómago, como de mal presagio, que tengo al escribir ahora. Ya no lloro, pero exclusivamente porque sé que no sirve de nada.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Es curioso cómo se graban a fuego algunas sensaciones. Y es curioso cómo se transmiten sin querer. Esta tarde trataba de explicarle a mi hija, que las cosas que alguna vez nos parecieron peligrosas y que después dejaron de serlo, es posible, sin embargo, que al tenerlas cerca, nos sigan provocando sensación de miedo, aún cuando ya hayamos aprendido a defendernos de ellas y sepamos seguro, que son inofensivas.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Recuerdo domingos terribles, después de aquel primero, aún niña, en los que la sensación era tan fuerte que me hacía vomitar al caer la tarde. Domingos de mi juventud, en los que nada parecía tener salida, ni mi corazón consuelo. Domingos de hace diez, o quince años, en los que disimulaba el miedo y la tristeza hasta que todos estaban ya en la cama, y yo tenía que apretarme la boca contra cualquier cosa para no gritar. A veces había motivos, muchos motivos. Y todos parecían concentrarse en ese día de la semana. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">El miedo es como una mancha de alquitrán, se desliza silenciosamente y sin darte cuenta va pegándose a todo, dejando un rastro negro difícil de borrar completamente. Hace tanto que esa sensación y yo nos conocemos, que ya ni me pregunto qué habría sido mi vida sin ella. Yo he aprendido a ignorarla en la medida de lo posible en la práctica, y ella se suaviza a épocas, sin llegar a desaparecer nunca del todo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">A su pesar seguramente, he conseguido no ser una persona triste ni cobarde, aunque tenga miedo. O mejor dicho, porque tengo miedo, sin él, la valentía no existe siquiera. Así es que, finalmente, soy también el resultado de mis miedos y de mis guerras contra él, por lo que, lo que sea que soy, también tengo que agradecérselo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Pero ese reconocimiento, no me impide odiarlo. Supongo que su amor por mí es y será eterno, y que seguiremos conviviendo pacíficamente toda la vida. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Especialmente los domingos, malditos domingos como este en los que la angustia de vivir acaba no dejándome respirar.</span></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-27643376943590359302011-06-11T14:43:00.000+02:002011-06-11T14:43:57.702+02:00In Memoriam<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcMs7avTqTlaN_vHaPZ7XKMKoqxryYmLCSeaXq23Q8i8WNhWm-O085RnYIWuPEzCMkeEY0kv5Y-zgGDw8-t0NkIdhGi89J7rRH0zYG7XnE8GlJiZtOU5_kQK1Yfmb6Rsy9G2UZkbA-CubG/s1600/memorias-de-africa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="176" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcMs7avTqTlaN_vHaPZ7XKMKoqxryYmLCSeaXq23Q8i8WNhWm-O085RnYIWuPEzCMkeEY0kv5Y-zgGDw8-t0NkIdhGi89J7rRH0zYG7XnE8GlJiZtOU5_kQK1Yfmb6Rsy9G2UZkbA-CubG/s400/memorias-de-africa.jpg" t8="true" width="400" /></a></div><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No te echo de menos, hoy, más que cada día, pero si más triste, sí más enfadada con el mundo, sí más consciente del hueco que llenabas. Creo que he encontrado la frase perfecta para recordarte hoy, a ti que eras, como yo, un enamorado del cine. A ti, que me confesaste una vez que nunca te había querido nadie como se quería en las películas. Que echabas de menos esa clase de amor. ¡¡Toma, y todos!!- te dije, con sorna. No, es en serio, me dijiste tú. Y descubrí que quizá sí, que quizá estabas esperando en serio un amor como aquellos. Que me lo decías sin el menor atisbo de cinismo, y con algo de desamparo. Sin ninguna posibilidad de encontrarlo, pero esperando. Y, de golpe, supe por qué me inspirabas tanta ternura a veces. Como esa vez.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Yo, que debí ser la única mujer a tu alrededor que nunca estuvo enamorada de ti, (por eso, quizá, nos quisimos tan bien como nos quisimos), te dedico hoy esta frase de una de las más hermosas historias de amor del cine universal. </span><br />
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">" Acoge el alma de tu hijo Denys Georges Finch Hatton que has compartido con nosotros. Nos dio alegría y le quisimos mucho. No nos perteneció. No me perteneció. "</span><br />
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Memorias de África.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Te sigo echando de menos cada día, yo tampoco me bajo del caballo. No nos olvides, donde quiera que estés.</span>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-8554038069410084152011-06-06T16:31:00.000+02:002011-06-06T16:31:21.041+02:00Lo invisible<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixZcKwG2kNAy9I1wUkXFIT0rIE4Dgei92uoXIZJjdQQ_5KjUb3x0hvL7u2wdfvlQQ3q0m_Venb_q4PqzMHVMohlweQpHy_Ef1WsF8hHOILpIQFxjByjhs5DM6ARH-RPOW3f0ynPARpe-5C/s1600/0856dl.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixZcKwG2kNAy9I1wUkXFIT0rIE4Dgei92uoXIZJjdQQ_5KjUb3x0hvL7u2wdfvlQQ3q0m_Venb_q4PqzMHVMohlweQpHy_Ef1WsF8hHOILpIQFxjByjhs5DM6ARH-RPOW3f0ynPARpe-5C/s400/0856dl.jpg" t8="true" width="400" /></a></div><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Me contaban el otro día un sueño imposible. Uno de esos amores que perviven en el tiempo, durante más de 30 años, a través de la distancia y el silencio. <br />
<br />
Un sentimiento preservado por la falta de lo cotidiano, por la falta del desgaste que conlleva compartir cada día con alguien, pero un hermosísimo sentimiento al fín. ¿Quien podría decir que no lo es, oyéndole hablar con los ojos brillantes perdidos en el recuerdo de lo que nunca fue? <br />
<br />
El amor en estado puro, que se mantiene inalterable al paso del tiempo, porque el tiempo no lo toca. Que se alimenta y crece en el interior de un solo corazón. Que se conforma con soñar lo que no tiene y sabe que jamás tendrá, por un sentido olvidado del honor y de la hombría. Porque hay otros que sufrirían si se supiera. Otros que también son importantes.<br />
<br />
Por eso es un amor que no comparte. Completamente a solas, ama disimuladamente y en silencio, sin esperar nada del tiempo. Sabiendo que acabará llevándose, intacto, el sentimiento más hermoso que ha tenido en su vida. Nadie, observándolo, hubiera podido adivinar la belleza y la ternura de lo que se esconde en el interior, al abrigo de todas las miradas. Secreto y mágico. </span></span><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span></span><br />
<span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Y seguramente ella, menos que nadie. O quizá no. Quizá lo sepa sin saberlo. Como se saben las cosas importantes. Las cosas que no nos atrevemos a explicarle a nadie. Ni a nosotros mismos. Por miedo a que desaparezcan al nombrarlas. Por miedo a que no desaparezcan si se nombran. <br />
<br />
Nada me gusta más que aquello que me obliga a descubrir, en lo profundo, cosas que no se ven. Y nada más profundo, más complicado y más oculto, que un corazón humano. <br />
<br />
Cada día me gusta más mi trabajo. <br />
<br />
"Lo esencial, es invisible a los ojos" <br />
<br />
Antoine de Saint- Exupery (El Principito) </span>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-39691003137754032702011-05-24T01:17:00.000+02:002011-05-24T01:17:39.139+02:00Sobreviví<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3qGtj_Sb9o14cSdJk2AwmO0aiREfNU54P0TOOT_VEYDVoA-EZH9VIP8Ai0WDqk3Tbd5DQ1ce4OimqgqyLB3D9uFek9fvgq7qbhD2XoeV8_7nB34tbB2gfGu5t_YGADf0PAKp5uoFjqafK/s1600/WEATHER_0069a_fl218x500.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3qGtj_Sb9o14cSdJk2AwmO0aiREfNU54P0TOOT_VEYDVoA-EZH9VIP8Ai0WDqk3Tbd5DQ1ce4OimqgqyLB3D9uFek9fvgq7qbhD2XoeV8_7nB34tbB2gfGu5t_YGADf0PAKp5uoFjqafK/s640/WEATHER_0069a_fl218x500.jpg" width="276" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Sabe dios cómo, un año más he sobrevivido a <personname productid="la Semana Santa" w:st="on"><personname productid="la Semana" w:st="on">la Semana</personname> Santa</personname> malagueña. Aunque he de confesar que buena parte del mérito ha sido cosa del mal tiempo que yo agradezco, con perdón de los señores cofrades.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Ya sólo me queda <personname productid="la Feria" w:st="on">la Feria</personname>, y en esa ya, no creo que el tiempo sea mi aliado. Es en Agosto.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Para mí, que las aglomeraciones siempre me han puesto de los nervios, son las dos épocas del año en que Málaga se pone insufrible. No se puede dar un paso sin que te lo pisen, o se lo pises tú a otro. Suelo salir perdiendo en esa guerra, calzo un 36.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Te estrujan, te empujan, te impiden el paso, te hacen dar vueltas estúpidas para llegar donde siempre, te clavan en cualquier sitio como a cualquier foráneo, y te dan unos sustos de muerte cuando te encuentras rodeada de filas y filas de señores disfrazados de Klu-Klux-Klan, que te amenazan con ponerte pringando de cera como te descuides lo más mínimo. O <personname productid="La Legi�n" w:st="on">La Legión</personname>, con sus armas al hombro y su esguince en el cuello, que la gente disfruta como si fueran fuerzas de <personname productid="la ONU" w:st="on">la ONU</personname> y vinieran a liberarnos o algo, tan marciales, tan verdes, con su cabra tan acostumbrada al fervor de multitudes que desfila como Giselle Bundchen.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y si cantan, el fervor popular sólo es comparable al que despierta Bisbal o Ronaldinho.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Y lo peor, las colas interminables en los lavabos de señoras, que para colmo, cuando ya, por fin, entras a punto del baile de San Vito, están tan asquerosos, que hay que decidir rápido si hacer lo que venías a hacer, o vomitar directamente. Total, un espectáculo a decir de algunos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">No me quejo porque soy consciente de que mi ciudad vive del turismo, y como el slogan es: Al Turismo una sonrisa, pues eso, a sonreír aunque por lo bajinis te estés acordando de su madre cuando te pisan los guiris con sus sandalias enormes, y su cara de gamba congestionada por el sol y por las birras, tan baratas a pesar del clave.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Y digo guiri, por diferenciarlos de los madrileños (mis paisanos por cierto), que en estos días nos invaden pacífica pero irremediablemente, con su acento inconfundible, y esa cara de asombro de que en provincias también estemos de obras. Como si los agujeros en el suelo fueran de su dominio exclusivo.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Y ahora que se han ido todos y yo me las prometía tan felices y buscaba por los cajones el bikini del año pasado, para empezar a ejercer mi verdadera vocación que no es otra que la de lagarto, ahora, llega el invierno.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt;">Si es que…</span></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-42531707035433549632011-02-06T12:55:00.000+01:002011-02-06T12:55:14.222+01:00De obras otra vez (si es que no escarmiento...)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Nb-iyes-coL_aFm5Xaer4lTKm71HHnFHA4QE1FMGCeMbahl6fw_a6FDn6tKljFxn9m2nEhLLfIfh_kZqjP6ukChJ9YRHXxpMs6a1cR9DFIuH1_0LCqLY-1yzWS-6OBir7-BvkrkqnGP0/s1600/marge+simpson+with+blue+hair+beehive%255B2%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" h5="true" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Nb-iyes-coL_aFm5Xaer4lTKm71HHnFHA4QE1FMGCeMbahl6fw_a6FDn6tKljFxn9m2nEhLLfIfh_kZqjP6ukChJ9YRHXxpMs6a1cR9DFIuH1_0LCqLY-1yzWS-6OBir7-BvkrkqnGP0/s400/marge+simpson+with+blue+hair+beehive%255B2%255D.jpg" width="400" /></a></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Me despierto sobresaltada. Las ocho y cuarto. Salto de la cama y corro a la cocina, o a lo que queda de ella, y trato de calentarme un café en el micro, que parece haber desaparecido bajo un teléfono sin conectar, una pila de cuatro ceniceros en equilibrio inestable, un montón de pinzas para la ropa, un paquete de servilletas de papel, dos trapos completamente enyesados, una caja de azulejos, y capas y capas de polvo de yeso.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Estoy a punto de cambiar el café por una tila doble, pero decido que no. Que si salgo de esta, podré dedicarme a la doma del pulpo gigante. Que algo bueno tendrá que tener curtirse en los infortunios...</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Quemándome la lengua, voy a mi cuarto,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y con cuidado de no tirarme encima un marco de</span> madera de dos metros que está apoyado, amenazadoramente, contra la pared, abro el armario y saco la ropa para vestirme. Antes de que llegue la invasión de los Bárbaros.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Saco unos pantalones blancos, aparentemente limpios, y los sacudo por si acaso. Una nube de polvo, tóxica seguro,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me hace llorar los ojos, y estornudar una media de 24 veces por segundo. Cuando voy a respirar hondo, contra el estrés, decido que mejor que no... </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Calculo y corro a lavarme el pelo antes de que me pillen. A las nueve menos cuarto, en pijama, y con una mascarilla de crema en el pelo, llaman al timbre y voy a abrir resignada a mi destino. Mis tres obreros de todos los días, y uno nuevo. Esto va bien. Va aumentando la familia.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Digo:”Buenos días”, apresuradamente y corro de nuevo al cuarto de baño que tiene cerrojo, menos mal. Estos invasores no entienden el lenguaje básico de las puertas cerradas.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Me meto en la ducha encomendándome a <personname productid="la Virgen Sant■sima" w:st="on">la Virgen Santísima</personname>, y cuando voy a enjuagarme se corta el agua. Una vez más, no sé por qué me pasa tanto últimamente, echo de menos no saber arameo para poder jurar. En su defecto, lo hago en mi lengua materna.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Tratando de ser amable, -son cuatro y más grandes que yo-, grito desde la bañera desesperadamente: "Pepeeeee...". Oigo un par de martillazos por toda respuesta. Inasequible al desaliento, insisto: "Pepeeeeeeeee.... por dios!!, el agua, que estoy en la ducha..." Se agolpan los tres de siempre en la puerta, por fuera, menos mal. Será que el nuevo es tímido. "Carmen, ¿está bien?, ¿le ha pasado algo?". Me conmueve su preocupación, pero decido venganza en cualquier caso. Cuento hasta 197 antes de responder que, aparte de que estoy de jabón hasta los ojos, que llego tarde y que no hay agua en mi grifo, que no, que no me ha pasado nada. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Se dan por aludidos y se regañan entre ellos: "Paquilloooo, hombre, que Carmen está en la ducha..." Me siento como si me estuviera duchando en mitad de <personname productid="la Plaza" w:st="on">la Plaza</personname> de <personname productid="la Constituci�n. Y" w:st="on">la Constitución. Y</personname> con <personname productid="la Flor" w:st="on">la Flor</personname> de Lys en la espalda.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">A los cinco minutos, más o menos, me aporrean la puerta. Abro con el pelo chorreando y cara de mujer-bomba, que es el espejo de mi alma. "Carmen, que tenemos que cortar la luz" Las nueve y diez, llego tarde y voy a estallar. Pepe me mira antes de que yo diga nada y suelta la carcajada. "Es igual, la corto luego", concede, generoso. Cierro la puerta mientras decido si me echo a llorar o los tuesto suavemente con el soplete de soldar cañerías.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">De repente oigo un estrépito y salgo. El techo del pasillo no está. Paquillo me mira orgulloso de su hazaña. Decido no hacer preguntas difíciles, y saltando por encima de un montón de cascotes, llego a mi cuarto y oigo como el nuevo le dice a Paquillo:</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">-"Parece una chiquilla..."</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">-"¿Quién, Carmen?</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Decido que me largo a las Bahamas un par de años hasta que terminen las obras de reconstrucción. Luego me acuerdo del presupuesto de la obra y cojo mi agenda de citas. Me parecen poquísimas. Las Bahamas tendrán que esperar 20 años hasta que acabe de pagar todo esto.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">A las nueve y media salgo de mi cuarto armada de valor, y decidida a llegar a la puerta como sea. Lástima no tener casco. Al cruzarme con Francisco, que remueve mezcla en lo que antes era mi cocina, le pregunto por su muela. Amablemente se mete la mano en la boca y me la enseña. Decido dejar de ser amable y considerada. Me promete enseñarme el empaste, mañana, cuando se lo hagan. Un escalofrío me recorre los pelos de la nuca.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Al salir, desde el descansillo, vuelvo a oír:</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">-"Que tiene pinta de chiquilla"</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">-"¿Quien, Carmen?</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Corro escaleras abajo sin esperar el ascensor.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la calle, increíblemente, se respira aire sin polvo. Doy gracias a Dios.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-45460219174043215302011-01-23T14:11:00.000+01:002011-01-24T13:57:06.013+01:00La Finca<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkZHp4Y7PLQacxMvTYLi4ROwy2xlfdPjJy1ukJPOthVu-JlgdHodPP0IUT_AuQMeIZNwaDSW8r05-Ex-RRDlh5OMXjPKN1rFChAOYRZYgKjD4Qh7Us8NaI-0pK5P1tLw8_klF476oWAJdb/s1600/3931728-lg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" s5="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkZHp4Y7PLQacxMvTYLi4ROwy2xlfdPjJy1ukJPOthVu-JlgdHodPP0IUT_AuQMeIZNwaDSW8r05-Ex-RRDlh5OMXjPKN1rFChAOYRZYgKjD4Qh7Us8NaI-0pK5P1tLw8_klF476oWAJdb/s400/3931728-lg.jpg" width="363" /></a></div><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Olía a la finca. Bajando por el carril de tierra, entre higueras y olivos, antes de verse la casa de Librado y la nuestra al fondo, yo podía ya oler La Finca, y oía a Morito ladrar. Ramona decía que días antes ya estaba inquieto, que corría hasta la carretera al menor descuido, y que había que acabar atándolo para que no llegara a buscarnos a Madrid. <br />
<br />
Cuando el coche frenaba para bajar el carril, yo tenía la misma sensación en el estómago que tengo ahora cuando llego al destino de cualquier viaje: miedo, excitación, cansancio y sobre todo el deseo de seguir, de que nada cambie, de no parar... Muchas cosas indescriptibles con palabras. <br />
<br />
Sólo un bañador de chico y un penacho de plumas indias en la cabeza, esa era yo todo el verano. Impresionada por la navaja de Librado, que cortaba los tomates, enormes, por la mitad, de un sólo tajo. Y yo me los comía, con sal, orgullosa de no necesitar más que mis dientes. Feliz de poder achuchar a Morito y oler a perro, y coger peras, y cortar alfalfa para las conejeras con una hoz pequeñita que me dejaba Ramona, desobedeciendo a mi madre. Tranquila porque no había horarios, ni deberes, ni rezos, ni ropa, ni lenguados para cenar. <br />
<br />
El amarillo de las manzanas y de los membrillos, el verde plata de los olivos, el rojo carmesí de <personname productid="la Rosaleda" w:st="on">la Rosaleda</personname> y el zumbar de las avispas entre las parras de la lonja, es lo que más recuerdo. Y el olor a limo del río. Después de todo lo que pasó, no he podido superar ese olor con el tiempo, y me sigue dando ganas de vomitar.<br />
<br />
Volví hace unos años, 25 después de la muerte de mi hermano Javier. Nadie había vuelto desde entonces. No quedaba nada. Un montículo sobrecogedor de escombros, sobre lo que fueron muchos veranos de mi niñez y buena parte de las raíces de mi familia. <br />
<br />
Ni un manzano, ni una higuera, nada. Un viento repentino me trajo unas risas del río. Cerré los ojos y la vi. Una niña salvaje, casi desnuda y con un penacho de india en la cabeza, me decía adiós con la mano. Hubiera querido llevármela y protegerla del futuro, pero no pude. <br />
<br />
Se me fue perdiendo, despacio, en la línea brillante del horizonte. Lloré mucho rato sobre los escombros, que no olían a nada. </span>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-29231320982636698322011-01-16T13:16:00.000+01:002011-01-16T13:16:49.803+01:00En ocasiones veo muertos...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMoiFkrWaLsY3uSUDiMbim85XTc-1kO0Y1qxMy1tMYNIXF-uRytZzh5bJfjwibQ1oFRWusWH59lubBNQAFf5yVDzGJkkoU8pxJOUoi68XHgNPHz4BOjSgZ2JdyRnqdIXjYvBEzTArzZbmo/s1600/6268120-lg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMoiFkrWaLsY3uSUDiMbim85XTc-1kO0Y1qxMy1tMYNIXF-uRytZzh5bJfjwibQ1oFRWusWH59lubBNQAFf5yVDzGJkkoU8pxJOUoi68XHgNPHz4BOjSgZ2JdyRnqdIXjYvBEzTArzZbmo/s400/6268120-lg.jpg" width="312" /></a></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Hace un mes, aproximadamente, empezaron a salirme unos puntitos rojos por el cuerpo, algo mosqueantes. Como sé que soy rara hasta para las alergias, y conozco a los médicos como para haber tenido dos hijos con uno, y ninguna fe en la medicina, decido no hacerme ni caso y pasar del tema.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Pero como sea que cada vez me parecía más a un traje de gitana que empezaba a mosquear al personal, y a instancia de mi hija que amenazó con retirarme la palabra si no iba a vérmelo, decidí pedir cita en un derma de renombre, porque ya que una, va y se decide, qué menos que el susodicho tenga referencias.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">La enfermera, encantadora, me llama por mi nombre y me abre la puerta del despacho. El médico, levanta los ojos levemente del ordenador portátil al sonido de mi saludo, y vuelve a ensimismarse en la pantalla. Ni flores. Me siento sin saber muy bien si es que es sordo, o es que hablo muy bajito. Decido no darle importancia, y espero, paciente (nunca mejor dicho).</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Calculo que habrán pasado una docena de arcángeles, lo menos, cuando oigo un susurro que me pregunta, por supuesto sin mirarme... Nombre, edad y dirección. A punto estoy de decirle que no quiero que me escriba una carta, pero en vez de eso, contesto educadamente a las tres preguntas. Me empiezo a ver saltando por encima de la mesa y zarandeándolo. Trato de despejar la mente y concentrarme en lo que supongo que me va a preguntar.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Pues no. Silencio. –“No me pican”- le espeto, valiente y algo cabreada, al rato. Silencio. -“No he tenido fiebre y no tomo ninguna medicación”- insisto. Silencio. –“No he cambiado de gel, ni de cremas, y no tengo ropa nueva”- digo, ya a punto de matarlo. No se inmuta. Estoy por pellizcarme por si es un sueño, o un viaje astral, o algo.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Se levanta y oigo: -“Pase aquí” – Obediente y aprovechando que acabo de comprobar que no es un robot, me levanto y lo sigo. Levanta las manos como si yo estuviera atracándolo y deduzco, sin su ayuda, que quiere que haga lo mismo. Lo hago. Me siento como en la guardería. Me mira las manchas a través de la lupa, de lejos. Por un gesto de su índice, creo que quiere que me levante la camiseta, trato de no poner cara de ¿¿¿selehacomidolalenguaelgato???, y me levanto la camiseta. Gira el dedo en redondo, y yo giro. Ahora sé cómo se sienten los caniches en el circo. Solo que yo, encima, ni tengo galleta… (aunque ardo en deseos irrefrenables de darle yo una...)</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">No puedo más y le digo con toda la sorna de la que soy capaz: -“ No es contagioso, mis hijos son dos lapas, estése tranquilo...” (¡Ja, cómo si estuviese nervioso!).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yo, ya no estoy segura de si estoy en la consulta de un dermatólogo, o en un monasterio Tchao-Li, delante del maestro.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Vuelve a la mesa, y en un esfuerzo sobrehumano hilvana una frase completa que casi me pierdo de la emoción. – “Cuando tenga los resultados de los análisis, los manda por fax, llama por teléfono, y ya veremos”. Yo estoy tan asombrada todavía por todo lo que me ha dicho del tirón, que no reacciono. Da igual, no hay prisa. A continuación, exhausto, supongo, tarda tres minutos de reloj en doblar en tres partes idénticas, el papelito de la prescripción antes de alargármelo por encima de la mesa. A estas alturas, estoy ya convencida de que padece narcolepsia y que me veré obligada a despertarlo de un alarido, de un momento a otro. En cuánto se le caiga la cabeza sobre la mesa...</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Ya en el portal, me aseguro en el espejo de que estoy, de que no soy una presencia ectoplasmática. Se me ve. Palabra. ¡Qué susto!</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">En ocasiones, veo dermatólogos muertos...</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-34546054909601908532011-01-06T14:00:00.000+01:002011-01-24T14:03:35.224+01:00De chivatos y de humos<span style="font-family: Comic Sans MS;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhST7ZSujMsj1q54WQHTzocGW2ogv-LrOgYQ1_agUYuiXpu9f5AHvLfDki9Knh-CjwIqj2uvKpmZRP2jXytpt4v0aa39Aah0bF9ei9bePeGfgTTf6EV4GwA7y_T-i66og_xXfg_9xnPt31j/s1600/1984cover.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><strong><img border="0" height="400" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhST7ZSujMsj1q54WQHTzocGW2ogv-LrOgYQ1_agUYuiXpu9f5AHvLfDki9Knh-CjwIqj2uvKpmZRP2jXytpt4v0aa39Aah0bF9ei9bePeGfgTTf6EV4GwA7y_T-i66og_xXfg_9xnPt31j/s400/1984cover.jpg" width="400" /></strong></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Si el otro día me hacía un montón de preguntas difíciles y no tenía claras las respuestas, ni las soluciones a los conflictos internos, hoy casi tengo la seguridad de que alguien, con bastante menos escrúpulos que yo, ha decidido que somos tontos y que es mejor pensar por todos nosotros y tomar las riendas de nuestra vida. Para mejorarla, claro, por nuestro bien, que nos decían de niños. Y para muestra, el botón del tabaco. Pero sólo como muestra, hay muchos más.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Ahora va a resultar que el tabaco y sólo el tabaco, es el monstruo de tres cabezas que amenaza los sueños de los niños, el verdadero responsable del hundimiento de la economía mundial, la muerte en forma de humo (pero sólo del cigarrillo, oiga), y la reencarnación del Anticristo que ha venido a este mundo miserable, a poseernos a todos y convertirnos en pequeñas reproducciones de Lucifer,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>humeando todavía los azufres del Infierno. Venga ya, hombre, que no me da la gana de comprarles la moto.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>A ver si va a resultar que el agujero de la capa de ozono es por culpa de los malditos cigarrillos, y el hambre en el mundo es porque fumar adelgaza, y la escandalosa corrupción moral de algunas clases de individuos es porque el tabaco corrompe los pulmones y el resto del organismo se contagia, o el fanatismo religioso se explica ahora por el mono de la nicotina. </strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Que no. Que gracias, pero sé pensar sola. Que si no quiero humo, voy a sitios donde no se fume, que los había ya, pero no tengo forma, por ejemplo, de no respirar el humo de los coches, salvo que salga a la calle con mascarilla y botella de oxígeno a la espalda. </strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Que nadie me obliga a comprar tabaco si no quiero, ni a fumármelo, que en las cajetillas hace tiempo que nos avisan a lo bestia de que fumar mata, así es que, como sé leer, si quiero matarme, lo hago con conocimiento de causa. Curiosamente nunca he leído eso en la carne de ternera o de pollo, hormonada, o lo que sea que esté. Que está, y si no que me expliquen porqué se me llena la sartén de agua al cocinarla. Ni en los transgénicos, de los que nuestro país es uno de los mayores cultivadores. Ni en las casas que tienen cerca una antena de alta tensión o una de telefonía móvil de las que todavía no se conocen (o no se han dado a conocer) sus efectos. Qué cosas, oye.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Que mi vida es mía, por lo menos a priori, y que es mi privilegio vivirla como me de la gana, siempre que no perjudique al resto, y ya me dirán ustedes qué sistema de ventilación tan espectacularmente malo han de tener nuestros hospitales, si porque yo esté fumando en la puerta, les llega mi humo (el mío, el de los coches no) a los pobres enfermos ingresados y obligados por mi mala cabeza, a tragar las porquerías, que esa es otra, que se desprenden de mi cigarrillo. Otro poner.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Y para que me dé ya el pipiherbe completo, tengo que tragarme que el alcohol, bebido moderadamente es muy sano. Que sí, que no te enteras. Que un vasito de vino al día, alarga la vida. Y que ellos (y ellas) fabrican bebidas espirituosas, contando con tu sentido común y tu buena cabeza nopensante. Así es que, por esa regla de tres, los únicos que no son capaces de controlarse adecuadamente son los fumadores, que andan de un lado para otro poniendo al personal perdido de humo y sin ningún autocontrol.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Y que nadie me venga con los “pasivos”, que a ver si no soy yo “pasiva” de los botellones, los destrozos en la vía pública y los graciosos con el “puntillo”. Eso por no nombrar al gobierno (gobierna) que nos ha tocado. A ver si no soy yo “pasiva” suya. Y no delato a nadie. Y menos sin decir quien soy.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Podría seguir, pero me parece todo tan evidente, que me canso sólo de pensarlo. No sé qué clase de mundo estamos construyendo, pero lo que sí sé, es que cuanto menos pensemos, más fáciles seremos de gobernar. En el más amplio sentido de la palabra. </strong></span><br />
<br />
<span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>Hace años que el invento de las cortinas de humo ( del tabaco, naturalmente) encandilo a según quienes, y abrió una senda más peligrosa que la de los elefantes. Iba a decir que no quiero ni pensarlo, pero eso es precisamente lo que ellos (y ellas, por dios), quieren, así es que, con su permiso, o sin él, me lo voy a pensar. </strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>A menos que los chivatos me denuncien por hacerlo. Anónimamente, por supuesto. </strong></span><br />
<br />
<span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>¿Que no? Esperad a ver como, dentro de nada, será denunciable por los nopensadores, pasivamente agredidos por el "pensamientonoatontadordelaconciencia" ajeno. Y si no, al tiempo.</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"><strong>¿A nadie le suena haber leído esto en alguna novela premonitoria del mundo feliz que nos espera? Lagarto, lagarto...</strong></span></div><strong></strong>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-19769581948962378452011-01-02T13:44:00.000+01:002011-01-02T13:44:57.464+01:00El puente de seis carriles<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVliICC9biKdA528Z6u2iMbtwtTXI4eIPCBCsMGvRPDHyAhA06RqyGOkryjFF9tpdpb_SB9SobI_1CMpcqUVESthrZFScKpQx_syI742PJ-kKU49eKqB17e88eM7pDhpXJIbKkFwyocRji/s1600/HEADLANDS_0104ab_fl669x447.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVliICC9biKdA528Z6u2iMbtwtTXI4eIPCBCsMGvRPDHyAhA06RqyGOkryjFF9tpdpb_SB9SobI_1CMpcqUVESthrZFScKpQx_syI742PJ-kKU49eKqB17e88eM7pDhpXJIbKkFwyocRji/s400/HEADLANDS_0104ab_fl669x447.jpg" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Es curioso como los seres humanos tratamos de darle sentido a las cosas. Supongo que porque asomarse al precipicio de que no lo tuvieran, sería demasiado peligroso. <br />
<br />
¿Por qué pasan unas cosas y otras no? ¿Por qué a unos sí y a otros no? ¿Para qué? ¿Con qué objetivo? <br />
<br />
En los semáforos, en el autobús, por la calle, en el despacho, mires donde mires, sólo se ven individuos como tú. ¿Qué buscan en la vida? ¿Qué los asusta, qué les hace reír? ¿En qué habrán puesto sus ilusiones y sus esperanzas? ¿Habrán encontrado suficientes respuestas como para no morirse ahogados entre las preguntas? <br />
<br />
Vistos desde arriba, debemos formar una colonia curiosa. Nacer, reproducirse y morir. Qué terriblemente fácil es resumir la vida. Como las abejas, durmiendo en celdas, recorriendo pasillos. Obreros, zánganos y reinas. Cada cual a lo suyo. Cada cual dándole forma al todo. Sí, pero ¿para qué? Nacer, reproducirse y morir. <br />
<br />
Sólo nos hace distintos la conciencia. La conciencia del proceso que todos los demás seres vivos recorren sin hacerse preguntas. <br />
<br />
Jamás he sido capaz de contestar mis preguntas con respuestas de otros. Supongo que por eso, hace tiempo concluí que nada de esto tiene más sentido que el que cada uno le quiera dar. Que no existe un "sentido" más allá de la propia necesidad de tenerlo. <br />
<br />
Y como mi necesidad no incluye la trascendencia, el sentido de mi vida es temporal y tiene que ver con las necesidades de aquellos que quiero. Es un sentido egoísta y pequeño, porque solo me da para dormir algunas noches sin sentir el vértigo de los porqués. <br />
<br />
Es un sentido cotidiano, parecido a un catering, que incluye cubrir las más variadas necesidades externas de los que amo, y sus demandas internas. Seguramente más allá de lo que me correspondería, e incluso más de lo que necesitan realmente. <br />
<br />
Alguien querido me llamó una vez la mujer no conflicto. Y no porque yo carezca de ellos, al revés. Si no porque soy incapaz de ejercer de "miranda" y no intervenir, si sé que alguien de los míos los tiene y sufre. <br style="mso-special-character: line-break;" /></span></span><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Si yo pudiera pedir un deseo en la vida, seguramente el genio acabaría, como el del chiste, construyendo un puente colgante de seis carriles entre América y Europa. Porque lo que yo deseo es mucho más difícil que eso. </span></span></div><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Si yo pudiera pedir un deseo, borraría del interior de los que quiero la conciencia de su propio proceso de vivir. Les quitaría el miedo que a veces nos hace tiritar en medio de una noche de verano. O les regalaría conformidad con las respuestas a las preguntas. <br />
<br />
Pero no tengo ni idea de cómo hacer eso, y desear que sigan siendo personas al mismo tiempo. <br />
</span></span></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-76276759144183436412010-12-26T13:18:00.000+01:002010-12-26T13:18:40.350+01:00Alerta, volamos!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGiUcVb7GySuYRUsIn6zJFf2_yPlu4HCGyUMqdYp0w-yuP6N9wd5dP_EuQV9SK8AqFq3aP0NHne4eh71BHtaI191nrNvwhoaopQiB8zTeRmlMaPbQoq37HFMpg9xwscgMj41mAWBxhECY7/s1600/viento-sobre-los-arboles.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="286" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGiUcVb7GySuYRUsIn6zJFf2_yPlu4HCGyUMqdYp0w-yuP6N9wd5dP_EuQV9SK8AqFq3aP0NHne4eh71BHtaI191nrNvwhoaopQiB8zTeRmlMaPbQoq37HFMpg9xwscgMj41mAWBxhECY7/s400/viento-sobre-los-arboles.jpg" width="400" /></a></div><span style="color: black; font-family: "Comic Sans MS"; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Oigo por la tele que estamos en alerta máxima por fuertes vientos. Me dan un alegrón, me encanta el viento. Lo prefiero templado, claro, pero por lo menos no me encontraré con esa calma, húmeda y fría, de todos los días. <br />
<br />
Busco el plumón más largo que tengo, los guantes y la bufanda, y salgo a la calle encantada de la vida, camino del despacho. Son las seis. No hay un alma. !Exagerados!- pienso. Tampoco es para tanto. Algunos restos de periódicos revolotean por el suelo, y se ve alguna bolsa elevarse en el aire como un globo. La gente se asusta por nada- sigo-, machacona y valiente. <br />
<br />
Al llegar a <personname productid="la Malagueta" w:st="on">la Malagueta</personname>, el viento arrecia. Estoy feliz y lloro por el ojo derecho. Siempre me pasa. No cuando estoy feliz, si no cuando tengo frío. Camino con las manos hundidas en los bolsillos y los ojos casi cerrados, luchando contra el viento, que ya está empezando a ser preocupante... <br />
<br />
Decidida, enfilo una calle peatonal que da a la playa. Empiezo a dudar de mí misma. Lo mismo es verdad que hay que alarmarse, imprudente- pienso-, pero es tarde y ya estoy dentro, después de dos minutos de reloj tratando de darle la vuelta a la esquina. Si me doy media vuelta, el aire me empotrará contra la pared, así es que sigo, andando como Locomotoro, en ángulo de 60 grados con el suelo. Entiendo de golpe el adelanto de los aviones cuando llevan el viento de cola... <br />
<br />
Unos pasos por delante de mí, veo un hombre con una bolsa de súper en cada mano. También va inclinado y corre menos que yo, pero es más grande. Ya podrá... me digo. Debería haberme traído un par de kilos de patatas, o llenarme de piedras los bolsillos, o algo. <br />
<br />
Cuando estoy a su altura, y voy a pasarlo, una ráfaga asesina me detiene completamente y me empuja hacia atrás. No puedo creerlo. No soy en absoluto dueña de mi movimiento. Y en ese momento, el hombre da un paso atrás y me grita: "!Póoongase detrás de míiii...¡" Atónita y a punto del ataque de risa, trato de obedecer pero no puedo. El hombre entonces, hace un esfuerzo sobrehumano (yo a estas alturas ya estoy llorando de risa...), me coge por la manga del plumas, y tira de mí. <br />
<br />
Yo pido interiormente que, por favor, por favor, no nos esté viendo nadie, descojonado, desde una ventana. <br />
<br />
Vuelvo a oír su voz atronadora: "¡Cóooojase a míiii!. No se me salen los ojos de las órbitas porque el aire no me deja abrirlos lo suficiente... Muerta de risa, de vergüenza y de miedo de que esto sea una cámara oculta, trato de facilitarle el trabajo a mi salvador, pero inútil, la poca fuerza que me caracteriza, se esfuma cuando me río. <br />
<br />
De semejante guisa llegamos al final de la calle, y haciendo alarde una vez más de su espíritu indomable, y de su evidente predilección por Superman, me da un tirón del brazo, y me pone, literalmente, en volandas, al otro lado de la esquina. Yo, directamente me siento en el bordillo de la acera a llorar de risa. Ya no puedo aguantarme más. <br />
<br />
A lo lejos, traída por el viento, oigo su voz una vez más, imperiosa: "¡¡Vaya usted con cuidadoooo!! <br />
<br />
Todavía estoy un rato secándome las lágrimas y esperando que salga alguien de un portal, con un ramo de rosas en la mano, llamándome inocente, o algo peor... <br />
<br />
Ni siquiera pude darle las gracias. Sirva esto como reconocimiento de la deuda que me une con ese desconocido. </span>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-18281141259018860932010-12-19T13:29:00.000+01:002010-12-19T13:29:01.846+01:00Feliz Navidad<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"></span></span></u></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 12pt;"><span style="text-decoration: none;"><span style="font-family: Comic Sans MS;"></span></span></span></u></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTtPoxA40djGE7nrO3pqcqydwV2ByLFIq1_cia508TSo1gR7aR_L6gR-X0am5UuTtzWXubmI_bIpO4VLMGRTYjw4RG2tV1kEnqGrI7aguKEzR9Hwh3IaL0JvTQ0FQhhuGUAbVXifKIqj0g/s1600/xts1.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTtPoxA40djGE7nrO3pqcqydwV2ByLFIq1_cia508TSo1gR7aR_L6gR-X0am5UuTtzWXubmI_bIpO4VLMGRTYjw4RG2tV1kEnqGrI7aguKEzR9Hwh3IaL0JvTQ0FQhhuGUAbVXifKIqj0g/s400/xts1.gif" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Sé que soy una tonta, pero llevo toda mi vida intentando que me gusten las Navidades (las Navidades, y no la absurda vorágine de consumo en que se nos han convertido últimamente).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo consigo a ratos, y a otros, las odio y quisiera que pasaran de golpe y en silencio, si puede ser mientras yo esté dormida. Total, por pedir…</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Los ratos en que me posee el espíritu de <personname productid="la Navidad" w:st="on">la Navidad</personname>, sin dejar de reconocer el absurdo, me emociona la ciudad llena de luces, los puestecillos de belenes, de turrón, de carbón de todos los colores, y los villancicos. Para matarme, lo sé. Las calles me parecen más bonitas y la gente más amable. Y hasta me da igual que sea sólo por unos días al año, menos da una piedra.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Son días para hablar con la gente con la que casi nunca hablas, para reunirte con los que quieres, para echar de menos, más todavía, a los que no están, y para disfrutar con los que están. Supongo que me voy haciendo vieja y soy más capaz de percibir lo bueno de casi todo. Pero sólo a ratos. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Los ratos en que me gustaría que fuera Marzo, por ejemplo, son aquellos en los que no puedo dormir porque la hernia de hiato dice que ella también quiere celebrar las comidas pantagruélicas, y sabe dios que lo hace, solidaria ella, o en los que me toca aporrear la botella de anís con la cuchara y que Clara se monde de risa a mi costa, y mis hijos se avergüencen de la madre que los parió, o en los que echo de menos mis pantalones de pana, porque se me están congelando las piernas con las medias, y el resto del cuerpo con los escotes. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Mis hijos vuelven en Navidad. Lo sé, lo mismito que El Almendro. Y mi casa se volverá a llenar de ruidos, de broncas y de risas. Trataremos de ser más amables los unos con los otros, y lo conseguiremos unos días. Por lo menos dos o tres. Y después, volveremos a la normalidad de querernos con la intensidad propia de una familia, y la dificultad propia de lo mismo. Pero es lo único que les he pedido a los Reyes, que no dejemos nunca de serlo.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Tened cuidado con lo que deseáis, porque lo mismo se cumplen vuestros deseos. Que el espíritu dickeniano de <personname productid="la Navidad" w:st="on">la Navidad</personname> os posea como a mí, y os haga felices. Que os vuelva un poco niños y un poco viejos a todos, y os haga conscientes de lo que es realmente importante para cada uno. Y que lo tengáis.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Felices Fiestas a todos.</span></span></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-67469474522227283142010-12-12T11:33:00.000+01:002010-12-12T11:33:00.600+01:00La Fe<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig8gZV1KybIt0z2HwBGpP3jfzYhRiQShssMEMUSNycAbs1X28GGmqIvh-NTO7JGxMHSzc2yiOgfveQwEZDrRS7kUMlxZ49fFkE7g6oyFs3hB5_DS8yxytGLTFlUZcO99DBNvRxItsd4HIZ/s1600/forges_y_dios.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="303" n4="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig8gZV1KybIt0z2HwBGpP3jfzYhRiQShssMEMUSNycAbs1X28GGmqIvh-NTO7JGxMHSzc2yiOgfveQwEZDrRS7kUMlxZ49fFkE7g6oyFs3hB5_DS8yxytGLTFlUZcO99DBNvRxItsd4HIZ/s400/forges_y_dios.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Durante la mayor parte de mis años de adulta me he declarado una atea irredenta. Siempre lo he dicho absolutamente convencida. O eso creo. Y he criado a mis hijos sin creencias religiosas de ningún tipo, guiándome solo por mi propia conciencia de lo que creo que está bien y mal en relación directa a los demás, y no a que nadie, más que ellos mismos, los juzgue. No hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti, es la máxima. No ayudes a crear un mundo en el que no te gustaría vivir. Sólo eso.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Soy racionalista y “tomasina” (de meter la mano en la llaga para creer), y la idea de dios no se sostiene ni con Superglú. Me empeño en no creer en “algo” por encima de nuestras cabezas, en “algo” distinto de la vida material que conocemos. Juro y perjuro que esto se acaba aquí y menos mal, que con una vida y no eterna, tengo más que de sobra. Pero hablo con mis muertos como si pudieran oírme. Y lo que es peor, con la absoluta convicción de que me oyen.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Me crié y me eduqué, como la mayoría de la gente de mi edad, en la religión cristiana al uso. Familia creyente pero no practicante ni machacona, y colegios de monjas no especialmente pesadas. Lo normal en la época.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Pero supongo que las cosas que aprendes de pequeño dejan una impronta especial, y en esta, como en todas las demás facetas de mi vida, la contradicción me gana por la mano de las emociones, y me pillo, siempre en momentos difíciles, eso sí, pidiéndole a un cielo en el que se supone que no creo, que no se olvide de que estoy por aquí y me eche un cable, si puede ser a cualquier parte que no sea el cuello.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Una vez la tónica en mi vida a la que no acabo de acostumbrarme, mi cabeza, razonando, por un lado, y mi corazón, deseando, por otro. Esquizofrenia total la que me caracteriza.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Tengo un amigo-guadiana (que va y viene, aparece y desaparece), que me ha jurado mil veces que la fe es un regalo. Yo siempre deseé que me lo hicieran por un lado, y temido que me lo hubieran hecho ya, por otro.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">A mí la fe, al contrario que a otros, me hace vulnerable ante mí misma y ante el mundo. Me pone en un brete, me deja sin el control que me empeño en creer que ejerzo sobre mi vida. Me desbarata lo racional, lo lógico, el camino en el que me siento más cómoda. Me da un susto que me muero. Pero está ahí, la jodía. ¿¿Contradictoria yo?? No quiero ni pensarlo...</span></div><div style="text-align: justify;"></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-73885326630996175362010-12-05T13:36:00.000+01:002010-12-05T13:36:56.344+01:00El bien y el Mal<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfs3CpAvz_ApOEcOsdWUGb2n8e7_iptldQjljHXDHvjB15tkwW5ONijooy-U3Ql2Nmtkinl5JcgVJn7oAbQRdddA6iu3aS8GrWRxBfHPGz95HJOo4GLe2hV1rCcUakmP_gA4hsDbhGBa4U/s1600/maldad-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" ox="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfs3CpAvz_ApOEcOsdWUGb2n8e7_iptldQjljHXDHvjB15tkwW5ONijooy-U3Ql2Nmtkinl5JcgVJn7oAbQRdddA6iu3aS8GrWRxBfHPGz95HJOo4GLe2hV1rCcUakmP_gA4hsDbhGBa4U/s400/maldad-1.jpg" width="362" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">En estos tiempos de pensamiento engañosamente liberal, en los que todo vale, parece que nadie se atreve a decir que esto está mal, o aquello, bien. Es cierto que la mayor parte de los conceptos del bien y del mal, han demostrado ser relativos a lo largo de los tiempos. Pero más por conveniencia social, política, o económica, que por otra cosa.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Desde que decidimos abolir el infierno eterno (ojalá que no unilateralmente), todo se nos ha vuelto tan relativo, que nadie se atreve a ponerle límite a las cosas, so pena de convertirse en carca y cuasi nazi, para los gurús del pensamiento moderno. Lo peor que se puede decir, es que esto no se hace porque está mal. Sin más.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">El código moral de la conducta, el que nos dicta la mayoría de las veces y sin tener que preguntar mucho, lo que está bien hecho y lo que no, ha pasado a mejor vida de golpe, sin avisar, y algunos, como yo, todavía no se acaban de hacer a la idea de su pérdida.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Ahora necesitamos justificar hasta el infinito, no vayan a pensar de nosotros que somos antiguos o cosas peores, la prohibición de algo. Y a mí me parece que, si eso es lo que nos queda del Mayo del 68, está claro que nos hemos perdido alguna clase.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Para estar al día, hay que ser permisivo con toda clase de conductas, y si me apuras, un poco perverso también. Es tan divertido…</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Explicarle a niños de 3 años, las razones filosóficas por las cuales no es recomendable correr con una piruleta en la boca, por ejemplo, o a los niños de 15, los fundamentos teóricos de las consecuencias hipotéticas a largo plazo, del botellón indiscriminado en las plazas públicas, hasta las 8 de la mañana, es lo menos que cualquier persona guay debe hacer. Cualquier cosa menos decir que eso está mal. Faltaría más. </span><span style="font-family: Comic Sans MS;">Que no digo yo que sea malo para nadie, explicar las razones de las cosas, pero que estoy convencida de que nos estamos pasando de la raya del sentido común, también.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Nos asusta el mal y hemos decidido desterrarlo. Si no se nombra, no existe. Y a vivir que son tres días y dos nublados.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Por eso, cuando pasan cosas como la del “monstruo de Amstetten”, en Austria, pongo por caso, aunque ya los diarios no hablen de ella, u otras similares, a todos nos recorre un escalofrío que nos pone todos los pelos de punta, y enseguida, tratamos de tranquilizar nuestras conciencias, buscando una explicación lógica en la psiquiatría. Son enfermos, seguro, nos decimos, y volvemos a respirar tranquilos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Pero hay veces, en las que no se encuentran razones lógicas y tranquilizadoras, ni siquiera médicas, para explicar el sadismo, el narcisismo, el abuso de poder y otras características de algunas personas, para causar sufrimiento a otras. No hay razones. Lo hacen porque quieren hacerlo, porque no les importa el dolor ajeno, porque están por encima de los conceptos del bien y del mal. Casi como nos quieren hacer creer que estamos todos en alguna medida.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Comic Sans MS;">Lo malo existe. Sin locura, sin compasión, sin empatía, sin arrepentimiento. Y vive entre nosotros. Exactamente igual que lo bueno.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3377840362904561164.post-15742013939854448152010-11-28T11:59:00.000+01:002010-11-28T11:59:22.876+01:00Ella soy yo<div style="text-align: justify;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqW15Tb2AQ3bYLhYlOYMYQTFGaGIB2wpOkwJQ2MHCFEejyzm9o521pLvNhTpeBLXUdqFIYte1jxhrKXSoUqO1_hrOHpxRvnn4NmAdwR8xDpwuvRJBdJas097Baw_3CyMSgt1cWbgCYkJLu/s1600/060508-01sintecho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" ox="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqW15Tb2AQ3bYLhYlOYMYQTFGaGIB2wpOkwJQ2MHCFEejyzm9o521pLvNhTpeBLXUdqFIYte1jxhrKXSoUqO1_hrOHpxRvnn4NmAdwR8xDpwuvRJBdJas097Baw_3CyMSgt1cWbgCYkJLu/s400/060508-01sintecho.jpg" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ayer fue uno de esos raros días en que llovió en Málaga. Cuando iba hacia el despacho después de comer, con mis botines cerrados y mi impermeable, vi., a lo lejos, la figura de una mujer anciana resguardándose, ella y sus pertenencias, de la lluvia, en la puerta de una iglesia cerrada. Soy miope y no podía apreciar bien, a esa distancia, la edad real de la mujer.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pensé, con pena, que llegaba el invierno para todos (yo lo odio), pero para los sin techo, más que para otros.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pasé toda la tarde trabajando, a resguardo y sin acordarme de nada, disfrutando a ratos de la tormenta monumental que descargó a última hora. Porque soy así de rara, y me encantan las tormentas, y tenía que hacer esfuerzos por no saltar de la silla y asomarme a la ventana cada vez que se veía el resplandor de un relámpago. Pero soy una profesional seria, o debo parecerlo…</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Al salir, alrededor de las nueve y media, ya no llovía, pero las calles estaban desiertas y mojadas, y al pasar bajo los árboles, empapados aún, caían gotas de esas que entran por el cuello de la gabardina y te dejan todos los pelos de punta de repente. Una noche de otoño, preludiando la que nos espera dentro de nada.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Al doblar una esquina, volví a verla. Estaba a cubierto de las gotas asesinas bajo el toldo verde de un kiosco de periódicos, que cubría, escasamente, su cuerpo menudo, su carrito del súper y sus múltiples bolsas de plástico.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Vista de cerca era muy menuda, me sobrecogieron su palidez y sus ojos azules. Parecía una dama de camafeo antiguo, delicada y hermosa. Rondaría los 80 años. Lo que más me impresionó fue su fragilidad y su desamparo en mitad de la noche.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por una décima de segundo pensé en llevármela a casa a dormir, pero no tuve el valor de pararme y decírselo. Seguramente me hubiera tomado por loca asesina de ancianas vagabundas. Yo lo hubiera pensado. Después pensé en llamar a la policía, pero tampoco me atreví por si era peor el remedio que la enfermedad.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Seguí andando y la dejé a mi espalda, debajo del toldo en mitad de la noche, con una punzada de dolor y otra más grande de vergüenza. Por irme, por abandonar.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero lo peor, lo que más me avergüenza, es que, hasta hace un rato, hoy que ya es otro día, no había vuelto a pensar en ella. Que cuando llegué a mi casa, cubierta, cálida y familiar, la olvidé por completo y me dormí como si tal cosa. Como si todo estuviera bien en el mundo. Como si mi mundo y el suyo no fueran el mismo mundo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hoy que hace sol, me conformo sabiendo que no se mojará, que no pasará frío, que el invierno le da una tregua todavía. Y ya. Sin más.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No quiero ser la que fui la otra noche, no quiero olvidar lo que no me pasa a mí, sólo porque tengo la suerte de que no me pase. No quiero creer que lo que no me pase a mí o a los míos, no es importante. No quiero creerme que yo no soy parte de ella. Que todos somos ella. No quiero ser cobarde, individualista y lejana.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ayer fui todo eso, y no quiero perdonármelo y dar media vuelta en la cama con la sensación de tener las manos limpias, porque no las tengo. No sé si la vida me dará la ocasión de rectificar, ojala que sí. De momento, hoy no me gusto nada.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div>La de Merimé respirandohttp://www.blogger.com/profile/18223287465493846605noreply@blogger.com2