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domingo, 2 de enero de 2011

El puente de seis carriles


Es curioso como los seres humanos tratamos de darle sentido a las cosas. Supongo que porque asomarse al precipicio de que no lo tuvieran, sería demasiado peligroso.

¿Por qué pasan unas cosas y otras no? ¿Por qué a unos sí y a otros no? ¿Para qué? ¿Con qué objetivo?

En los semáforos, en el autobús, por la calle, en el despacho, mires donde mires, sólo se ven individuos como tú. ¿Qué buscan en la vida? ¿Qué los asusta, qué les hace reír? ¿En qué habrán puesto sus ilusiones y sus esperanzas? ¿Habrán encontrado suficientes respuestas como para no morirse ahogados entre las preguntas?

Vistos desde arriba, debemos formar una colonia curiosa. Nacer, reproducirse y morir. Qué terriblemente fácil es resumir la vida. Como las abejas, durmiendo en celdas, recorriendo pasillos. Obreros, zánganos y reinas. Cada cual a lo suyo. Cada cual dándole forma al todo. Sí, pero ¿para qué? Nacer, reproducirse y morir.

Sólo nos hace distintos la conciencia. La conciencia del proceso que todos los demás seres vivos recorren sin hacerse preguntas.

Jamás he sido capaz de contestar mis preguntas con respuestas de otros. Supongo que por eso, hace tiempo concluí que nada de esto tiene más sentido que el que cada uno le quiera dar. Que no existe un "sentido" más allá de la propia necesidad de tenerlo.

Y como mi necesidad no incluye la trascendencia, el sentido de mi vida es temporal y tiene que ver con las necesidades de aquellos que quiero. Es un sentido egoísta y pequeño, porque solo me da para dormir algunas noches sin sentir el vértigo de los porqués.

Es un sentido cotidiano, parecido a un catering, que incluye cubrir las más variadas necesidades externas de los que amo, y sus demandas internas. Seguramente más allá de lo que me correspondería, e incluso más de lo que necesitan realmente.

Alguien querido me llamó una vez la mujer no conflicto. Y no porque yo carezca de ellos, al revés. Si no porque soy incapaz de ejercer de "miranda" y no intervenir, si sé que alguien de los míos los tiene y sufre.
Si yo pudiera pedir un deseo en la vida, seguramente el genio acabaría, como el del chiste, construyendo un puente colgante de seis carriles entre América y Europa. Porque lo que yo deseo es mucho más difícil que eso.

Si yo pudiera pedir un deseo, borraría del interior de los que quiero la conciencia de su propio proceso de vivir. Les quitaría el miedo que a veces nos hace tiritar en medio de una noche de verano. O les regalaría conformidad con las respuestas a las preguntas.

Pero no tengo ni idea de cómo hacer eso, y desear que sigan siendo personas al mismo tiempo.

7 comentarios:

  1. jo.. melita

    Y yo desearía que tu tuvieras poder para hacerlo.
    Concha

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  2. En realidad no somos nada más que parte de la materia, (en este caso orgánica), de nuestro planeta...,
    pequeños y diminutos seres que viven una milésima de segundo si lo comparamos con la edad del universo..., vidas efímeras con la única misión de nacer..., procrearse y morir.

    Pero por desgracia para nosotros (si, desgracia), el ser humano ha sido dotado de una inteligencia superior al resto de los animales, y sobre todo de unas emociones gobernadas por una mente que a menudo también está gobernada por dicha inteligencia.

    ¿Que pasaria si los seres humanos no fúeramos inteligentes, o por ejemplo que tuvíeramos la inteligencia de un mono? Pues sencillamente.. sufriríamos menos porque el miedo a enfermar, a la muerte, y tantas y tantas cosas que nos preocupan y que condicionan nuestras vidas no existiria.

    No existiría tampoco la envidia, la competencia desleal, la ambición desmedida, el rencor, el odio.. Viviríamos subidos a nuestros árboles felices comiendo bananas sin sentido del tiempo y solo atendiendo a las necesidades básicas de alimentación y sexualidad.

    ¿Acaso las enfermedades mentales como la neurosis y la ansiedad existirian si fúeramos animales primarios?

    ¿De que nos sirve la inteligencia? Nos sirve para vivir mejor. Inventar cosas que nos hagan la vida más cómoda, medicamentos que curen nuestras enfermedades ... pero ¿que pasa con las preguntas? ¿Que pasa cuando nuestra mente privilegiada no encuentra respuestas a sus preguntas? ¿que pasa cuando las respuestas no nos gustan?..

    Todo es relativo. Si nos parásemos un poquito más y reflexionásemos de vez en cuando sobre lo efímero e insulso de nuestras vidas probablmente el mundo sería mejor.

    Besitos mela.

    Yolanda

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  3. Da gusto leer todo lo que escribes y más cuando compruebo que clavas mis sentimientos en tus reflexiones. Besos

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  4. Muchas gracias a las tres, por comentar. El problema de tener deseos, es que se cumplan alguna vez, y no sabe una que puede ser peor...

    Besos.

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  5. Estaría muy bien tener el poder de borrarte la conciencia del proceso de vivir. De hecho, como dato curioso, estoy convencida de que hay gente que lo ha conseguido, pero ha borrado tan profundo que ya no se acuerda de qué borro ni cómo... y así estamos los demás, intentando encontrar el método.

    PenPen

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  6. PenPen, el que primero lo encuentre, que lo comparta, porfa!!

    Besitos.

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  7. Toda la vida es una elección, la de conformarse o no con la respuestas a nuestras propias preguntas, es sin duda, para mi ahora, la mas difícil, y siempre cuando cedes en una aparece otra cuya respuesta no te gusta.
    Me dijeron, y debe ser verdad, que afortunadamente era acomodaticio lo cual puede significar que solo sean pocas las preguntas que no haya consigo vadear en un tiempo, pero también afortunadamente estoy viviendo la vida del revés, de la acomodación a la incomodación, cosas de hacerse joven a la vejez, que no es lo mismo que hacerse gruñón.
    Ahora se lleva tener dos planes, el A y el B, yo por el momento solo encuentro uno, el B, y no es que sea un genio, pero estoy diseñando el puente de seis carriles que le de la vuelta al mundo, pero como no me gusta la respuesta sigo tratando de entender y comprender porque no tengo plan A, aunque sea en otro universo.
    Si lo encuentro y se cumple espero que no sea peor, aunque solo sea por llevarte la contraria, ¿seré gruñón?, o es que me habré vuelto al conformismo en ese momento.
    No firmo porque soy anónimo, ¿verdad?.

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